martes, mayo 08, 2007

Pasiones al filo del Internet



Por fin mi musa ha vuelto. Tengo que agradecerle un montón a mi bella Zelha, Dragona, Editora, Amiga, Momi, Escamosa y si sigo la lista no termino por ordenar las ideas de mis historias, por darle nombre a la protagonista y... bautizar un nuevo cuento lleno de morbo y... burla ;). Disfruten

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La muerte es un proceso inevitable.

Durante su espera, siempre pensamos en dejar algo que nos permita seguir vivos en el recuerdo de los demás... es por eso que he decidido confesar mis secretos antes de irme...

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No sé como empezar esto.

Bueno, sí lo sé, estoy frente a la pantalla que me ha ayudado muchas veces a escapar de la realidad: me ha dado sexo, placer, dolor, rabia y cualquier otra cosa que se puedan imaginar. Aquellos que lean esto y se sientan atrapados en un mundo que no existe pero que cobra vida al encender el monitor, entenderán a lo que me refiero.

Tenía 16 años cuando empecé a estudiar Computación, recuerdo que no sabía ni siquiera cómo apagar correctamente el sistema operativo. Con los años, fui aprendiendo y conociendo ese maravilloso y peligroso mundo. Sí, hay peligro hasta dentro de una máquina. Durante el pasar del tiempo, me fui adentrando en el mundo de Internet, donde encontré un sinfín de emociones, me sentí poderosa, cruel, podía pintar un rostro y hacerle creer a la otra persona que estaba hablando con la mujer de sus sueños o... con el hombre de su vida.

¡JA! Es delicioso jugar con la mente de alguien por un instante, hacerle voltear su concepto de las cosas por una fracción de segundo. Ahí comprendí que tenía un don, un regalo maravilloso: poder atrapar los pensamientos y deseos de las mentes humanas.

Al principio lo vi como un juego, me daba risa imaginar la cara de la otra persona deseando ver a quien se describía en ese momento. Unas veces jugué a ser mujer, otras veces a ser hombre, no hay diferencia alguna, el trasfondo era el mismo: conseguir enloquecerle por un momento. Cada noche miraba el techo de mi cuarto recordando todas las líneas que escribía en una ventana de chat, buscaba el más mínimo sentimiento en la letra, el deseo por algo. Suena ridículo, ¿no? Pues no del todo, luego de mucho tiempo se aprende a descubrir el estado de ánimo de alguien que se esconde tras unas letras.

Una noche llena de insomnio pensaba en como sería cometer un asesinato virtual. Sí, quería matar una mente, quería romper el corazón de alguien solamente porque me sentía aburrida, después de todo “letras son letras”. Decidí entrar a un chat, escogí el nick que más me gustó, era “Imbécil”, supuse que era un desadaptado social, quizás alguien con ganas de fastidiar a los demás. Lo estuve leyendo y daba la impresión de adolescente reprimido, un perfecto melodramático hijo de papi y mami con lo mejor en tecnología.

Admito que fue un reto. Le abrí una ventana, recibí insultos de su parte pero... al no ver ninguna reacción de mi decidió bajar la guardia... y listo. Sabía que había caído en mi trampa. Me hice su amiga, le envié fotos falsas, una noche me metí en su computadora y saqué toda la información, me alimentaba de sus miedos, sueños, pasiones... poco a poco me fui haciendo indispensable en su vida, cada mañana veía un e-mail de su parte donde me dejaba saber (entre líneas) que se estaba enamorando.

Pasaron 6 meses y era hora de empezar a ejecutar la obra maestra. Me confesó que estaba enamorado, que estaba dispuesto a irse del país conmigo, que en su casa se habían enterado de lo que hacíamos en las noches con una cámara web y que realmente estaba dispuesto a todo. Le dije que yo estaba igual y le demostré mi amor cortándome un poco el dedo pulgar de la mano derecha con un bisturí. Nunca podré olvidar su expresión al ver la sangre, era un “pacto virtual”... pobre chico, no sabía en lo que se había metido.

Nos íbamos a ver un sábado, no recuerdo la fecha exacta... pero sé que fue en el año 1999, yo tenía 18 años, edad perfecta para descubrir al mundo. Le dije que escribiera una carta donde se despedía de su familia, que había conocido a la mujer de su vida y que se iba hasta el fin del mundo con ella; también que contase nuestra historia puesto que un “amor” así iba a trascender en la historia... y de hecho, así fue.

Nos citamos en un parque algo oscuro que está cerca de su casa. Eran las 12 de la noche, había mucho frío. Yo estaba entre los árboles esperando su llegada. No pasó mucho tiempo, creo que si fueron 5 minutos estaría exagerando. Se sentó en un banquito a esperar, tenía cara de hombre enamorado... me tuve que contener para no estallar en risa al ver a ese pobre “Imbécil” congelándose de frío por una mujer que no existía ni existiría jamás.

Caminé despacio, no quería hacer ruido... llegué por su espalda y le abracé con fuerza, para contener su exaltación, susurrándole al oído mi identidad. Su cuerpo reaccionó con alivio y se relajó... pobremente pude ver una sonrisa en su rostro y eso me llevó al éxtasis, sólo faltaba el toque final. Mis manos desnudas acariciaban sus labios en un acto de deseo mientras el frío del acero afilado dibujaba una profunda marca en cuello... no le dio tiempo de decir lo mucho que me amaba, supongo que nunca lo sabré...

La sangre debajo de su cuerpo era toda una obra de arte, me deleité con sus espasmos musculares y sus ojos saltados hasta que dejó de respirar. Contemplé su cuerpo unos momentos y luego me fui... estaba ansiosa por una nueva víctima...

II Parte

Habían pasado dos semanas desde aquella noche y en todas partes estaba la noticia del joven cruelmente asesinado. No había sospechosa, solamente un nick de mujer que había podido salir de cualquier parte. Me sentía segura de mi identidad, era difícil saber de donde provenía todo. No hay de qué preocuparse.

Entre los exámenes y proyectos de la universidad no tuve mucho tiempo para buscar a mi nueva víctima... estaba tan ocupada que no me había dado cuenta de que hacía varios meses que mi querido amigo “Imbécil” había desaparecido. Decidí esperar, pues quería un reto, algo que realmente me llevase a explotar mi mente al máximo, quizás un intelectual... a fin de cuentas ellos siempre quieren ir un paso delante de todos.

Por fin libre para ponerme a “trabajar”.

Otro chat... otro nick... y un nuevo juguete. Me senté a leer durante dos horas, ese día no había nada interesante. Me levanté y fui a dar una vuelta, no pasaron ni 5 minutos cuando ya estaba de nuevo frente a la PC; se había convertido en mi mágico portal al morbo que puede evocar el asesinato. Por fin... alguien que parecía prometer, hablaba de literatura, música, cine, tenía elocuencia al redactar, parecía superior a todos y a la vez tan vacío, se burlaba de cada ser que entraba ahí, sus ínfulas de superhombre me dieron paso a mi nuevo plan.

Jugué con sus reglas, durante días estudié su manera de hablar -nunca había leído tanto acerca de la literatura del siglo XVIII-, me documenté en música, arte, teatro y cualquier rama intelectual, después de todo para conocer a la víctima hay que conocer sus gustos a fondo, enamorar el intelecto es una pieza que lleva mucho tiempo esculpir. Una tarde me atreví a escribirle, no recuerdo cuál era el tema del momento, pero logre mi cometido... capté su atención.

Ese mismo día pasamos 8 horas hablando, debo admitir que su intelecto me había empezado a desviar de mi plan; sin embargo, no fue lo suficientemente fuerte como para descontrolarme del todo. Pasaron 4 meses y por fin se declaró loco por mí, quizás enamorado, no lo sabía pero de lo que sí estaba seguro es que no quería pasar otro día sin mí. Esa noche nos veríamos cerca de su casa. Le pedí que escribiera una carta donde explicaba lo sucedido pues había que dejar constancia de un evento tan “mágico” y “trascendental” como el que estaba surgiendo.

Decidí encontrarnos en una casa abandonada que estaba a pocas calles de donde él vivía. Lo vi entrar en el recinto y cuidadosamente fui detrás de él, le tapé los ojos y le dije mi nombre al oído, quiso darse la vuelta para besarme pero no se lo permití. Una bufanda de seda cubría la mitad de su rostro... así que comencé a deslizar mi mano entre sus piernas mientras escuchaba como su respiración se aceleraba abruptamente. Bastaron pocos segundos para que su erección perdiera fuerza cuando pasé la delgada hoja afilada por su cuello. Una vez más mi vista se deleitaba cruelmente con sus últimos espasmos mientras la sangre formaba un hermoso charco lleno de gloria.

Después de todo, enamorar al intelecto requiere de tiempo.

III Parte

A partir de ese segundo éxito decidí que cualquier persona podía caer en mis manos, hombres de todo tipo y de todas las edades, clases sociales, razas e idiomas. Mi placer era tan grande que traspasé las barreras del idioma. Varios viajaron al magno encuentro, y directo a su deliciosa y excitante muerte. Recuerdo con mucha gracia que al leer las noticias la policía decía que era un hombre el que cometía los crímenes y muy fuerte además, pues las víctimas no daban señales de forcejeo y lo mejor de todo: “Sospechamos de un hombre con serios trastornos sexuales que se hace pasar por una mujer”.

Maté a unos 15 hombres a lo largo de 10 años. Tuve que ser muy meticulosa al escoger a la víctima, muchos agentes encubiertos pretendían ser carnada pero había algo que siempre los delataba: si no eran muy perfectos, entonces eran muy idiotas. En vista de lo aburrida que estaba decidí cambiar de estrategia, mi objetivo serían las mujeres, son frágiles, tontas, siempre tienen un mundo paralelo en la cabeza, y... como mujer, sé perfectamente como abordar a otra mujer.

Fue mucho más sencillo de lo que esperaba, tanto así que me cansé muy pronto de eso, solamente maté a 8 féminas en 5 años. No había reto en ellas así que perdí toda emoción en lo que hacía. La policía me puso el nombre de “asesino cibernético”, qué poca imaginación... no los culpo, tantos muertos en esa cantidad de años puede enloquecer a cualquiera. Podría extender mucho más mis crímenes, pero no tiene sentido, perdería toda gracia.....

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Ring.... Ring... Suena el teléfono que está al lado de la pantalla.

Aló, sí. En 10 minutos nos vemos, luego termino esto.

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Estamos reportando desde la casa de la famosa escritora de novelas por Internet “Circe” quien al parecer fue asesinada de manera violenta. Según las investigaciones policiales, sostenía un tórrido romance con un hombre de quien sólo se conoce su “nick”. La policía presume que el asesino era alguien conocido, pues la víctima fue citada en un parque a la medianoche. El forense ha dictaminado la causa de muerte, un corte transversal en la garganta, lo que presume que el asesino se encontraba abrazándola por la espalda...

La policía sigue investigando... seguiremos informando.

13 comentarios:

Víctor Hugo Randon dijo...

yo te amo!!! dime que no vas a matarme a mi también, por favor!!! yo sí soy tu cibernovio!!!! ejeje besos. Espectacular, envolvente, congratulations.

Danielys dijo...

Hahahahah yo no puedo matarte, eres mi amor platónico. Miles de besos para ti y gracias, la idea es envolver la mente de quien me lee ;)

Anónimo dijo...

VOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOLVISTE QUE YEAHHHHHH, COMO ME DELEITE CON TANTO MORBO JAJAJAJAJA Y ESE FINAL, DEFINITIVAMENTE LA ESTOCADA FINAL LOVE YA MY FRIEND
QUE BUENO TENERTE DE VUELTA
NO SUELTES ESA MUSA MAS NUNCA ;) :d

Danielys dijo...

Hell yeahhhhhhhhhhhhh, love ya too my lovely friend. Yo también espero que mi musa no se vuelva a ir

Anónimo dijo...

demasiado buenaaaaaa epa te la comist s lara

Zelha dijo...

RAWR, mami ;D

Anónimo dijo...

Si no fuera porque es un relato creeria que eras una asesina en serie. Me ha enganchado desde el inicio. Sigue con esa linea de relatos. Besos wapaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Glixx Pistols dijo...

Deberias de dedicarte a escribir como profesión, escribes muy bien Danielys, reconozco que al principio pensé en ser una víctima pero me dá igual, sabes tan bien como yo que siempre fuí y seré una presa fácil para ti y qué mejor que morir en tus manos.
Un Beso Danielys.

Glixx Pistols dijo...

Soy tu ninio de Málaga (Julio), se me olvidó decírtelo hahahaha, un beso!

Danielys dijo...

Lara: gracias, gracias, tú siempre leyendo mis locuras :P

zelha: Momi tú eres una fuente de inspiración

Wolv[e]rinE: Hahahah muchas graaacias cachorrito. Trataré de seguir en esa misma línea

kujo: Mi niñoooooooooooo (tienes nombre de cachorrito). ¿Dedicarme a escribir? mmm lo he pensado, créeme que si hehehe. Tú no eres presa fácil, solo eres un niño adorable. Besitos para ti

Anónimo dijo...

Como me gusta tu Bloggggggg, me encanto este relato, un abrazote amiga :D

Danielys dijo...

Bravoooooooooo amiiiiiiiiiiii

Anónimo dijo...

super hace una semana estoy leyendo tus relatos y me encantan me voy a un mundo que solo me lo puedes dar tu.....gracias