No tengo intenciones de escrbir con un vocablo pulcro, ni nada parecido, voy a contar las cosas tal cual como pasaron. No es musa lo que van a leer, es simplemente algo que pasó ¿Real o no?, pasó. Disfruten
Danielys H
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La casa era enorme, tenía unas 25 habitaciones, sus paredes (en algunas partes) estaban cubiertas de moho y telarañas, los muebles estaban tapados con sábanas, que una vez fueron blancas, para protegerlos del tiempo. La escena era abrumadora. El poco viento que entraba cerraba las puertas una a una como fichas de dominó en una estruendosa e interminable sucesión de caídas; una pieza tira a la otra y se van desparramando como si un extraño encono las dominara.
Decido recorrer las habitaciones una a una, hasta que llego a una biblioteca amplia. Era un lugar donde el tiempo parecía haberse detenido, con armarios que forraban las paredes desde el suelo hasta casi el techo, había una enorme chimenea y frente a ella un sofá de cuero negro esperando a ser tocado por alguien. El recinto olía a papeles viejos y a cera de abejas, también un poco a humedad, imaginé que las ventanas se abrían de tarde en tarde cuando la casa estaba habitada. Asumo que el dueño se la casa se sentaba al fondo de la sala, detrás de un escritorio antiguo puesto que había una pequeña lámpara encendida y a su lado un teléfono lleno de polvo.
No recuerdo en que momento encendí la chimenea, estaba tan absorta en el aroma de papeles antiguos que quizá tuve la necesidad de sentirme dueña de aquel lugar. Tomé un libro y me acomodé en el sofá dispuesta a leer toda la noche.
Sonó el teléfono que estaba en el escritorio. El eco que había se tornaba insoportable, dejo el libro y me levanto a responder
¿Aló? - Obtuve la misma respuesta “Aló”, casi inaudible y pues... ahora que lo pienso no sé si era mi eco o si realmente había alguien al otro lado de bocina.
¿Alóooooo? ¿Alóooooo? - En vista de que no había respuesta alguna, me fui de nuevo al sofá.
Me di cuenta de que el fuego se había apagado un poco, la iluminación no era la misma. De todas maneras decidí seguir con mi lectura. Cuando estoy a punto de empezar realmente a leer suena el odioso teléfono Ring....Ring...
¿Alóoooooooooooooooooooooo? ¿Alóoooooooooooooooooooooo? hable más fuerte que no le escucho nada ¿Quién habla?
En ese momento se escuchó una especie de susurro, quizá el sonido que hacemos cuando mandamos a callar a alguien, un “Shhhh”
¿Alóoooooooooooooooooooooo? ¿Alóoooooooooooooooooooooo? ... Fuck, estúpido telf.
Colgué de mala gana y me di cuenta de que la madera se había consumido por completo, me quedé a oscuras, no podía contar con la lámpara del escritorio ya que el bombillo ofendía la vista de cualquier persona. Bendita sea la tecnología, fue lo que pensé; agarré mi celular y usé la mini linterna que tiene para buscar unos fósforos y encender de nuevo la chimenea. Obviamente me tropiezo con todo y como cosa rara no faltaron las groserías del momento. Por fin consigo lo que estaba buscando, ahora de vuelta a la chimenea, pongo la madera y cuando prendo un fósforo suena el telf...Ring..... Ring.... No miento al decir que cada vez que lo escuchaba sonaba con más fuerza, como si el telf se estuviese burlando de mi, tratando de hacerme perder la poca paciencia que tengo.
Dejé caer todo y salí corriendo a atender
¿ALÓOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO? - mi tono era algo.... elevado... ya no eran susurros, ahora eran palabras entrecortadas donde sólamente se entendían las últimas 3 ó 4 sílabas hasta que por fin alcancé a entender algo... “Antonieta”
¿Antonieta? ¿Antonieta? ¿Quién demonios es Antonieta? No conozco a nadie llamado así ¿A quién está llamando?.- Colgué de manera tan brusca que la mano me quedó doliendo.
En ese momento escuché un grito desgarrador, de esos que te dejan sin habla alguna, donde estás a punto de orinarte del susto. Un escalofrío horrible empezó a recorrer mi espalda y erizó toda mi piel. Por un momento sentí que el corazón se me iba a salir por la garganta. Mi única reacción fue correr hacia el sofá.
....La chimenea se encendió de la nada y en el piso habia un libro abierto por la mitad con la foto en blanco y negro de una mujer llamada Antonieta.
Danielys H
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La casa era enorme, tenía unas 25 habitaciones, sus paredes (en algunas partes) estaban cubiertas de moho y telarañas, los muebles estaban tapados con sábanas, que una vez fueron blancas, para protegerlos del tiempo. La escena era abrumadora. El poco viento que entraba cerraba las puertas una a una como fichas de dominó en una estruendosa e interminable sucesión de caídas; una pieza tira a la otra y se van desparramando como si un extraño encono las dominara.
Decido recorrer las habitaciones una a una, hasta que llego a una biblioteca amplia. Era un lugar donde el tiempo parecía haberse detenido, con armarios que forraban las paredes desde el suelo hasta casi el techo, había una enorme chimenea y frente a ella un sofá de cuero negro esperando a ser tocado por alguien. El recinto olía a papeles viejos y a cera de abejas, también un poco a humedad, imaginé que las ventanas se abrían de tarde en tarde cuando la casa estaba habitada. Asumo que el dueño se la casa se sentaba al fondo de la sala, detrás de un escritorio antiguo puesto que había una pequeña lámpara encendida y a su lado un teléfono lleno de polvo.
No recuerdo en que momento encendí la chimenea, estaba tan absorta en el aroma de papeles antiguos que quizá tuve la necesidad de sentirme dueña de aquel lugar. Tomé un libro y me acomodé en el sofá dispuesta a leer toda la noche.
Sonó el teléfono que estaba en el escritorio. El eco que había se tornaba insoportable, dejo el libro y me levanto a responder
¿Aló? - Obtuve la misma respuesta “Aló”, casi inaudible y pues... ahora que lo pienso no sé si era mi eco o si realmente había alguien al otro lado de bocina.
¿Alóooooo? ¿Alóooooo? - En vista de que no había respuesta alguna, me fui de nuevo al sofá.
Me di cuenta de que el fuego se había apagado un poco, la iluminación no era la misma. De todas maneras decidí seguir con mi lectura. Cuando estoy a punto de empezar realmente a leer suena el odioso teléfono Ring....Ring...
¿Alóoooooooooooooooooooooo? ¿Alóoooooooooooooooooooooo? hable más fuerte que no le escucho nada ¿Quién habla?
En ese momento se escuchó una especie de susurro, quizá el sonido que hacemos cuando mandamos a callar a alguien, un “Shhhh”
¿Alóoooooooooooooooooooooo? ¿Alóoooooooooooooooooooooo? ... Fuck, estúpido telf.
Colgué de mala gana y me di cuenta de que la madera se había consumido por completo, me quedé a oscuras, no podía contar con la lámpara del escritorio ya que el bombillo ofendía la vista de cualquier persona. Bendita sea la tecnología, fue lo que pensé; agarré mi celular y usé la mini linterna que tiene para buscar unos fósforos y encender de nuevo la chimenea. Obviamente me tropiezo con todo y como cosa rara no faltaron las groserías del momento. Por fin consigo lo que estaba buscando, ahora de vuelta a la chimenea, pongo la madera y cuando prendo un fósforo suena el telf...Ring..... Ring.... No miento al decir que cada vez que lo escuchaba sonaba con más fuerza, como si el telf se estuviese burlando de mi, tratando de hacerme perder la poca paciencia que tengo.
Dejé caer todo y salí corriendo a atender
¿ALÓOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO? - mi tono era algo.... elevado... ya no eran susurros, ahora eran palabras entrecortadas donde sólamente se entendían las últimas 3 ó 4 sílabas hasta que por fin alcancé a entender algo... “Antonieta”
¿Antonieta? ¿Antonieta? ¿Quién demonios es Antonieta? No conozco a nadie llamado así ¿A quién está llamando?.- Colgué de manera tan brusca que la mano me quedó doliendo.
En ese momento escuché un grito desgarrador, de esos que te dejan sin habla alguna, donde estás a punto de orinarte del susto. Un escalofrío horrible empezó a recorrer mi espalda y erizó toda mi piel. Por un momento sentí que el corazón se me iba a salir por la garganta. Mi única reacción fue correr hacia el sofá.
....La chimenea se encendió de la nada y en el piso habia un libro abierto por la mitad con la foto en blanco y negro de una mujer llamada Antonieta.
11 comentarios:
Necesitaba manifestarse.. Y no encontraba a traves de quien... Ella sintió la esencia que llevas como persona, esa magia tan extraña, ese "no sé qué" que se manifiesta en malestar estomacal, duda y dolor de cabeza.. Cuando entrastes sin saber recreaste su escena favorita.. Su tan preciado ritual de lectura todas las tardes en aquella casa.. Y no pudo contenerse.. Le diste la energia para que se manifestara, y por eso te llamo.. No voy a terminar este comentario diciendo "wooow a mi tambien me pasan cosas asi"... Maás bien te diré que preceisamente esas son las cosas que nos pasan, las revelaciones que contemplamos y el movimiento que vemos las personas.. como nosotros.. Mis besos munita...
cuando todos dormimos, hay cosas que no y pueden insidir en nuestras mentes, y pueden ser tan realidad como queramos, pero a veces la realidad es peor que los sueños y eso si que no podemos transformarlo.. saludos... esta genial.. ;)
oye dany es lara esta muy buenooo y es crierto a veces nos pasan cosas q parecen sueños pero no lo son y hasta aveces desconciertan mucho yo te he contado algunas
]MeGalOmAnIaCk[: Pues vaya manera de manifestarse... bueno, pero de pana prefiwero que haya sido así en vez de ser real real. Besos munito
dk4nno: Hasta que punto los sueños son reales?....
Lara: Siempre te he dicho que deberías escribir sobre las cosas que te pasan
Yo conozco a Antonieta, ella ha dormido más de una vez conmigo siempre haciendome sentir que estoy muerto pero afortunadamente se va a tiempo y de vez en cuando ella regresa.
loquesea.com ?
Si, hasta tengo una foto tuya. Hay una que me tomé contigo, y otra donde sales con Alfredo (el nick era... nofear... escrito con coroticos ahí)
jejejej como tu ta??? no pense encontarte en este inframundo de los blgs :P
Biennnnnnn. Pues una vez te escribí y ni balls me paraste. Sabes qué? me tienes que dar tu correo para mandarte la foto que tengo
me gusto saludos
Gracias Roxana, bienvenida y pasa cuando quieras
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