Perfiles. Una mente criminal (II Parte)

Por finnnn aquí está la segunda parte de Perfiles. Una Mente Criminal . Espero que la disfruten :D

Danielys H
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El vecindario estaba tranquilo, no había nadie en la calle. La zona residencial siempre había sido así; en lo que caía la noche ya no se escuchaban niños en el jardín o vecinos comentando las cosas sin ton ni son. Esa noche en particular aparece frente a una casa blanca, una mujer joven de treinta y tantos años algo preocupada tocando la puerta. Su llamado es atendido por una señora muy mayor, quien se ve algo enferma:

- Buenas noches señora me da mucha pena molestarla a estas horas pero... Verá, estoy cuidando la casa de al lado. Salí un momento y cuando regresé vi la puerta abierta. ¿Será que hay alguien en su casa que pueda acompañarme a revisar?, es que me da miedo entrar sola – Dice la mujer en tono de miedo.

- ¡¡¡¡Richard!!!! - Grita la señora – Por favor acompaña a esta dulce joven a la casa de los Jackson.

La pareja va rumbo a la casa vecina, la cual está completamente a oscuras. Richard entra primero y detrás de él su acompañante. El joven lleva en la mano una linterna que enciende apenas pone un pie en el recinto. Comprueban que la luz está cortada y antes de dar cualquier paso en falso empieza a alumbrar en todas direcciones, haciendo la típica pregunta ante un lugar desconocido:

- Buenas noche ... ¿hay alguien?

Avanzan un poco más y antes de que Richard pudiese pronunciar otra palabra y dar otro paso fue interrumpido por unos policías armados quienes gritaban al al mismo tiempo

- Alto ¡¡¡No te muevas!!!

Sin que Richard tuviese oportunidad de reaccionar, un barrido de pies le hizo caer, mientras alguien le tomaba la mano izquierda para llevarla a su espalda.

- Richard Morgan quedas detenido por los asesinatos de cuatro jóvenes del estado y el secuestro de Jessica Willows. - Dice la joven que lo acompañaba. - Que lo lleven a su casa, vamos a interrogarlo.

- Si Dra Brown.

- Sabía que vendrías por mi, Susana. - Dijo Richard con una sonrisa maliciosa y a la vez retadora.

En la casa de los Morgan, Richard es llevado a la cocina por dos guardias de seguridad, mientras Smith interroga a la señora y el resto de los policías buscan cualquier cosa que les pueda llevar al paradero de Jessica Willows.

- Mitchel, ¿qué tienes?

- La señora se llama Margarita Morgan y es la abuela de Richard. Su madre murió en un incendio cuando él era un niño.

- Hasta ahora lo que hemos visto de los crímenes nos indican que es un violador que se excita si la víctima se resiste, la retiene un par de días y probablemente la graba en video para poder revivir después la fantasía. Revisen todo en busca de posibles fimaldoras. - Ordena la Dra mientras va camino al garaje de la casa – A este tipo hay que interrogarlo con cuidado, ha estado en la cárcel y conoce bien el procedimiento.

Pocos metros antes de que llegase Brown al garaje, un policía la llama para mostrarle el interior del mismo. Efectivamente había una cherokee negra con vidrios ahumados. A simple vista no había daño alguno en la pintura, tampoco rastros de sangre, ni cualquier otro tipo de prueba que lo implicase directamente con los homicidios. Susana mira detalladamente la camioneta y pensando en voz alta comenta:

- Todo lo demás falla. Las chicas se defendieron y él no tiene ninguna herida ... algo se nos escapa.

De vuelta a la casa, Brown va a la habitación de Richard. Se encuentra con un cuarto muy ordenado, la pared cubierta con papel tapiz de pintas de colores. Arriba de la cabecera de la cama había colgado un avión a escala, de color gris. Había una chaqueta perfectamente colgada en un gancho en la puerta del closet; al lado de éste una de mesa repleta de cd's con un equipo de sonido. Nuevamente Susana piensa “hay algo que no encaja, esta es la habitación de un chico, no de un hombre”.

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En la entrada del ático se podían ver enormes trozos de tablones de madera, apilados unos encima de otros, sin pulir ni preparar para cualquier eventualidad. Un poco más adelante una tele encendida anunciaba la cartelera de películas para la siguiente hora; varias lámparas, cuadros por todas partes, una silla plegable de color verde con una pequeña mesa y en ella un tablero con piezas eran los elementos que detallaba Brown con cuidado mientras caminaba hasta donde estaban Smith y varios policías esperándola.Al ver el tablero ella dice:

- Este juego en china se llama Wei Chi, aquí lo conocen como The Go. Es el juego de mesa más difícil que se ha inventado. Mao exigía a sus generales que lo aprendieran.... en ese caso juega contra sí mismo.

- ¿Cómo lo sabe? - Pregunta un policía.

- Eso se considera una ventaja, el juego se considera muy revelador del aspecto psicológico... cada participante tiene un perfil, el conservador, el agresor sutil.- Interrumpe Smith.

- ¿Qué tipo de jugador es él?

- Yo diría que el agresor cruel – Dice la especialista al mismo tiempo que fija su mirada en una repisa que tiene una pequeña colección de libros. Entre ellos hay uno que llama su atención “Diario de Psicología Criminal”, escrito por la Dra. Susana Brown – Tengo que hablar con ese chico.

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Richard estaba mirando el piso tratando de encontrar el más mínimo defecto en las líneas que separaban una pieza de cerámica de la otra. Su rebeldía al hablar era la de un muchacho reprimido, criado por una mano fuerte. Mientras esperaba algo de acción en su casa decidió que era bueno recorrer los pasillos de sus recuerdos... pero sus divagaciones fueron interrumpidas por un perfume femenino.

- Interesante libro Richard, ¿Qué has aprendido? ¿Realmente te interesa el trastorno disociativo de identidad o preparas tu defensa? - Pregunta Brown al mismo tiempo que se sienta frente al acusado.

- El chico sonríe y vuelve a mirar hacia abajo. Con una mirada llega de agresividad, pasión y algo de psicosis dice - Admiro su trabajo como investigadora. ¿Sabe? he seguido cada artículo que sacan de usted en el periódico, por internet... inclusive he estado presente en muchos de los casos .... - La frase inconclusa estuvo acompañada de una sonrisa llena de cinismo.

- ¿Por qué no dices donde está Jessica?

- ¿Esa no es la chica que desapareció hace unos días? - Dice Richard mientras se reclina en la silla.

Susana queda en silencio detallando el movimiento de sus pupilas para encontrar respuestas. Por un momento empezó a observar el resto de la cocina. Envases de galletas, repletos de mensajes para premiar la buena conducta le dan a la criminalista una idea de lo que tiene frente a sí.

Que se lo lleven....

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Ha dicho “esa no es la chica”, si la hubiese matado habría dicho “esa no era la chica...” aún vive, lo sé... pero no sé por cuanto tiempo.... vamos vamos... piensa... algo se escapa: su habitación... me estudia... quiere jugar conmigo, me sigue, él no pasaría desapercibido, se burla.... ¿A quién engaño? no puedo ser dos personas distintas - Se dijo Brown en voz baja - Algo no encaja en el perfil... dos comportamientos, dos personas... hay otro asesino